Armonía y equilibrio dentro del visual de la tienda son dos aspectos de suma importancia, y es que todo se basa en el peso visual, es decir, aquello que hace que la exhibición llame la atención a nuestros ojos.
La armonía implica el ordenamiento y convergencia de los elementos que conforman la obra, cualquiera que esta fuere. Así podemos ver como en el teatro y cine existe armonía en la secuencia de movimientos, diálogos, escenografía, música; en las artes plásticas se percibe en los colores, líneas, volumen; en la música a través de la unión de acordes; en el mercadeo visual la armonía se logra con la mercancía en venta y elementos de decoración que sean compatibles, entrelazados crean un todo unificado.
La armonía es un elemento “ingenioso”, que crea una unidad visible en muchos niveles. Este es un desafío serio para los visual merchandisers (comercializadores visuales) porque es muy fácil olvidar que el departamento en el que se trabaja es parte de una tienda completa, o que una exhibición puntual es parte de un departamento entero.
Podríamos crear pequeñas islas de brillantez cegadora que rinden homenaje a la inteligencia de un comerciante visual, pero la armonía del diseño y la presentación en toda la tienda se vería afectada si lo hacemos.
Que una exhibición, que nuestra tienda completa tenga armonía, significa también que están coordinados los diferentes elementos complementarios y entrelazados que crean un todo unificado. Lo efectivo es encontrar formas de insertar elementos humorísticos, sorprendentes o irónicos en copias duplicadas que serían notas de acento en la presentación diaria de la tienda minorista.
Algunos ejemplos para lograr armonía en la presentación conjunta de la tienda son:
Armonía de los colores
Los colores interactúan en nuestra percepción y podemos abordarlos ya sea buscando combinaciones cromáticas agradables o atrayentes, o explorando las maneras en las que yuxtaposiciones de colores específicos afectan a nuestra percepción.
Dividiendo los colores del producto en grupos, de acuerdo con su intensidad de color y combinándolos dentro de cada grupo creamos esquemas de color. Los colores de la misma intensidad se mezclan armoniosamente, por ejemplo.

Armonía de elementos decorativos
Uno de los factores más importantes es seleccionar elementos de decoración que sean compatibles con la mercadería en venta.
Una congruencia entre texturas, mobiliario y mercancía es importante, para crear el ambiente. Las superficies de madera y accesorios de madera tallada en bruto pueden ser un telón de fondo apropiado para una tienda deportiva o de accesorios para actividades al aire libre, por ejemplo.

Armonía en la iluminación
Los distintos niveles de iluminación actúan como puntos focales que provocan que avancemos hacia el rincón más iluminado, el objetivo de la iluminación puede ser diseñar distintas atmósferas, provocar puntos focales hacia los que los clientes se dirigen o alternar distintos ritmos de circulación de acuerdo a los productos que estamos vendiendo; para crear una perfecta harmonía entre iluminación y producto.
Por ejemplo, en un supermercado, los productos que pertenecen a categorías de rutina especial o rutina común, cómo pueden ser las áreas de lácteos, congelados, están ambientadas con mayores niveles de iluminación y luz fría; esto nos activa y provoca una circulación más rápida por estas zonas de productos. En cambio, cuando llegamos a el área de los vinos, los niveles de luz disminuyen, nos encontramos con luces cálidas puntuales sobre los productos y se recrea una atmósfera envolvente y placentera que provoca que nuestro ritmo disminuya.

Gracias por leer!
¿Te parece que la armonía es una buena estrategia de comercialización? Cuando los colores, las luces, la decoración, combinan con la mercadería ¿te sientes impulsado a comprar? ¿Has implementado la armonía en tu tienda? ¿Cómo te ha funcionado?
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